Pasada la frontera leonesa realiamos una parada técnica para avituallarnos.
Los paisajes cambian de color, las montañas contemplan nuestro paso y el sol asoma para darnos la bienvenida a Asturias.
Ya tenemos las primeras conversaciones entre todos. Las caras, aunque fatigadas, muestran felicidad y simpatía. Todo huele bien, todo se ve verde.
Gracias por mantenernos informados
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