A pesar de los malos augurios mañaneros el día ha sido maravilloso. Un plomizo amanecer hizo tambalearse la visita a los lagos, icono de la geografía asturiana y obra de arte de la naturaleza. Cambiamos la visita a Pelayo y la Santa Cueva y como si la virgen nos hubiera visto caras de buenos nos dio su bendición y dio paso a un espléndido y radiante sol.
En el ascenso nos posamos sobre las nubes y tuvimos caravana de la cantidad de les vaques que ascienden a la montaña para pasar el benévolo verano. Pensábamos que era el día de la vaca. Mañana ya no dejarán subir coches a los lagos y eso hizo que hubiera más tráfico de lo esperado, pero nuestro objetivo ya estaba superado, estábamos felices de poder haber tenido la posibilidad de obtener unas magníficas panorámicas con nuestras retinas y dejarlas grabadas en el disco duro de nuestro cerebro para siempre, hasta el punto de llegar a enamorar. Cuando uno ama la naturaleza y se preocupa por su cuidado está demostrando una gran sensibilidad y madurez.
Con ese recuerdo que perdurará para siempre descendemos por debajo de las nubes hasta Llanes, municipio donde observamos los cubos de la memoria pero sobre todo podemos disfrutar de un momento playero, disfrutando con la arena y el agua del mar.
Después de alimentarnos bien nos pasamos por Comillas para saber lo que un genio como Gaudí creo y como convivió en estas tierras. Actividad con una calidad excepcional. Hemos realizado una gymkana para conocer datos sobre el personaje y su obra después de haber recorrido su capricho: "El Capricho de Gaudí".
La actividad da paso al reposo relativo de la agitada merienda. Una gran pradera verde nos invita al juego y el esparcimiento y aceptamos la invitación. Ratito de risas y de compartir vivencias y cansancios.
La llegada al nuevo hotel da lugar a la frenética acción de llevar las maletas a nuestras habitaciones y como hormigas nos movemos con agitación hasta encontrar el hormiguero de cada uno. una vez instalados cenamos con mucha calma y completamos posteriormente el blog para dar por finalizada la jornada oficial pero aun quedará un ligero paseito que incluye la charla nocturna formativa.
Momento que es aprovechado para repasar el día y sacar lo mejor y peor que cada uno llevamos dentro. Es el mejor momento del día donde valoramos lo que nos gusta y lo que no, lo que debemos y lo que no tenemos que hacer, felicitamos a quien lo merece y animamos a mejorar a quien ha cometido un error. Es el momento de sentir, de emocionarse, de expulsar del interior esa confesión más oscura y tenebrosa, de hacer feliz a un compañero con un abrazo y especial a otro con una complice mirada.
Mañana habrá otros momentos distintos a los de hoy y todos los disfrutaremos en compañía de Akain (la avutarda Gerarda) y de la marea rosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario