VIVIR APRENDIENDO. APRENDER DE LO QUE VIVO.

La familia es la base de cualquier sociedad. Aprender a comportarse en grupo y mostrar afectos y sentimientos hacia los demás demuestra que poco a poco me voy haciendo mayor.

Tener la posibilidad de trasladar tus clases a las aulas tan especiales que hemos tenido estos días es una experiencia inmensa. Si además las clases las imparten personas altamente cualificadas hacen que tus clases tengan más valor. Si también lo haces en un entorno privilegiado y encima te lo pasas bien... eso es algo que no tiene precio.

En esta aventura además tod@s estamos aprendido haciendo, de manera práctica y lúdica, sintiendo y compartiendo. Aquí la sensación es que no estamos en clase, pero realmente hemos hecho todas las salidas posibles desde Infantil hasta 6º de Primaria concentradas en una semana. Esto es realmente, como diría un cocinero, un trampantojo de clase. Parece que no es lo que realmente es. Lo mordemos y descubrimos cosas nuevas con un aspecto diferente.

Pero como muchas veces insistimos, el colegio, la educación va más allá de las cuatro paredes del aula y mucho más lejos que un montón de papeles con una calificación. 

Aquí ya dominamos el arte de recoger la mesa y dejar las sillas bien colocadas, recorrer un museo siendo amable y respetuoso con el resto de visitantes, entender el funcionamiento de un banco, saber qué es un pasaporte y para que se usa, dar los buenos días y buenas tardes, dar gracias y sonreír al que se cruza con nosotros.

Además cada vez mostramos más interés por la persona que tengo al lado, mis compañeros y amigos a los que cuido y ayudo cuando lo necesitan. A los que doy abrazos sin que los pidan y pongo una mano en el hombro cuando necesitan un empujoncito. Aunque se acerca el final no queremos volver. Aquí descubrimos personas diferentes a las que van a clase. Aquí sabemos verdaderamente como son en su rutina diaria. Conocemos sus competencias y valoramos su autonomía y responsabilidad. 

Ya lo decía Giner de los Ríos, "vale más un día de campo que un día de clase".

Queremos agradecer la labor que desde casa hacéis con vuestras alusiones a nuestro trabajo y vuestros hij@s. Trabajamos con gran ilusión, mostrando nuestra pasión en lo que hacemos intentando que el colegio sea mejor cada día y os podáis sentir bien al llevar a vuestros hijos al mismo, eso paga nuestra dedicación y nos hace sentir felices. Damos tantos abrazos como recibimos y eso reconforta. Cogemos sus manos como si fueran las de nuestros hij@s y les protegemos como ellos a nosotros nos respetan. 

Acabamos emocionados con vuestros comentarios. Dejar marchar a un hijo durante una semana sabemos, de primera mano, que no es fácil. Si además dejas marchar a tu familia y recibes la responsabilidad de 23 hij@s. La tarea no es fácil. Una familia de 25 miembros no es fácil de manejar. 

Sois muy valientes (o imprudentes) dejando a vuestros hij@s con nosotros, sabemos que en casa estarían más y mejor controlados y eso os daría seguridad. Pero valorar la oportunidad de estar aquí y saber que vuestros hij@s están creciendo como personas os hace mejores madres/padres por hacer a vuestros hij@s mejores. Vuestra valentía tendrá recompensa en el futuro, seguro.