Entre nubes y claros vamos evitando mojarnos. La ruta transcurre entre pinos silvestres. La pendiente nos hace arrancar los primeros lamentos. A pesar de eso tenemos claro que tenemos un reto por delante y lo vamos a superar.
Poco a poco ascendemos por la escarpada ladera. El ritmo es bueno, y entre las paradas pedagógicas y las vistas nos recreamos con el camino.
Tras una larga subida llegamos al camino que nos dirige hasta el Mirador de los poetas. Este es el gran momento del día.
Escuchando historias de poetas nos deleitamos con las impresionantes vistas, todo un placer para los sentidos. Aquí, frente a una vista imborrable, es donde aparece el regalo de María.
De repente cerramos los ojos durante un instante y disfrutamos de una experiencia sensorial. María llegó hasta aquí siendo ciega y a pesar de sus múltiples caídas quiso disfrutar de estas vistas. Nos ha abierto los ojos y hemos visto lo importante de superarse ante la adversidad. Su lección nos motiva.
Avanzando por el sendero llegamos hasta el reloj de sol de Cela donde recibimos nuevos conocimientos.
Llega el momento de comer y disfrutar del paisaje. Los Siete Picos nos sirven como escenario de una comida de altura.
En breve iniciaremos el descenso, una vez que las carreras y juegos lleguen a su fin.
Una vez más que relato tan maravilloso de vuestro logro. A reponer fuerzas que queda el. Esfuerzo de la vuelta aunque ahora es cuesta abajo. Los paisajes son impresionantes gracias por compartirlo con nosotros
ResponderEliminarQue bonita la historia de María y una gran leccion para los niños que caras de cansado pero a la vez felices muchas gracias por compartir con nosotros la experiencia
ResponderEliminarQue bonito todo.está noche van a dormir de tirón...aprovechar las horas que os quedan que ya hay ganas mañana de verlos y tenerles en casa
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